Del derecho al trabajo al derecho a una vida digna

Gemma
4 min readDec 11, 2017

Damos por sentado que tener un trabajo remunerado es un derecho. Creo que este marco está en crisis, y, tarde o temprano será reemplazado por la renta básica.

En la sociedad actual, el marco “trabajo” tiene varias dimensiones.

Primero, se entiende el trabajo como sustento, fuente de ingresos para sobrevivir. Existe también la consideración del trabajo como camino de realización personal. El trabajo es además motor del capitalismo, tanto para producir bienes como para consumirlos con el salario obtenido. Así mismo, también entendemos el trabajo como un derecho, cosa que se refleja en la carta de los Derechos Humanos, en la Constitución... Finalmente, y relacionado con el trabajo como un derecho, el trabajo es también la herramienta por la que se accede a otros derechos sociales, o a lo que entendemos como ciudadanía. Trabajar es indispensable para poder formar parte de la sociedad tal y como la entendemos. Aquellos que no trabajan, pueden subsistir o bien de la caridad de los demás, o de la seguridad social del estado del bienestar, que en muchos países está condicionada a haber trabajado antes. Trabajar, o depender de alguien con trabajo, fue durante muchos años la única manera de acceder al sistema sanitario español.

A continuación, analizaré brevemente como cada uno de estos aspectos está en entredicho en la actualidad, y cómo creo que un nuevo marco interpretativo sustituirá este punto ciego que es el trabajo como algo imprescindible para la supervivencia.

Respecto al trabajo como sustento, lamentablemente este es un aspecto que está empeorando. La precarización del trabajo está haciendo que haya gente pobre aun teniendo empleo, ya que el coste de vida ha aumentado más de lo que lo hacen los salarios, que incluso se han reducido en los últimos 15 años. La realidad es que hoy en día, poseer un trabajo no es garantía de supervivencia.

El fracaso del trabajo como realización personal no es algo nuevo. Ya los teóricos del socialismo y el comunismo avisaban de la alienación laboral en trabajos rutinarios, que impide la realización personal. Y es que, ¿puede existir realización personal si no hay libertad de elección? Además, la modernidad líquida y cambiante ha eliminado el trabajo para toda la vida, en el que una persona tomaba un rumbo de joven y lo seguía mejorando gradualmente y ampliando sus capacidades. Ahora la mayoría de trabajos son de corta duración, y la responsabilidad de la progresión en el trabajo ahora no recae en el empleador, sino, de manera perversa y obligada, en el empleado. La realización personal en muchos casos ahora se encuentra fuera del empleo remunerado. Aumenta el factor individual y personal a la hora de satisfacerla, en detrimento del trabajo como realización.

En cuanto al trabajo como motor del capitalismo, es el propio capitalismo el que puede “morir” de éxito. El impulso a la robotización y mecanización de las tareas está reduciendo el número de trabajos disponibles para los ciudadanos, a un nivel mayor del que se crean trabajos nuevos. Además, los trabajos que se crean cada vez son de mayor especialización, y requieren formación muy elevada y particular, que no está al alcance de todos. Por otra parte, las tasas de desempleo demasiado elevadas eliminan la capacidad adquisitiva y capacidad de compra de una gran parte de la población. El capitalismo entrará en crisis de falta de demanda si todas esas personas no pueden seguir consumiendo debido a la falta de ingresos. Si el capitalismo quiere sobrevivir, va a necesitar asegurarse que los ciudadanos pueden seguir consumiendo los bienes que se produzcan.

El trabajo como herramienta para acceder a derechos sociales o a la ciudadanía está también siendo cuestionado. Primero por una necesidad de cubrir a aquellos que no han podido trabajar, por solidaridad colectiva y obligación moral de ayuda al prójimo. Y segundo, porque como sociedad, resulta hasta económicamente más barato sustentar a aquellos que lo necesitan, que dejarles a su suerte y tener que lidiar con todos los conflictos sociales que la pobreza puede generar (enfermedades, violencia, inseguridad…).

En este marco aparece la renta básica como nuevo paradigma social. La renta básica universal es la asignación de una cantidad de dinero mensual a todos los individuos, no condicionada a su capacidad de trabajar. Tampoco condicionada a sus características personales o a si se utiliza de una manera “adecuada”. La renta básica convierte el sustento en un derecho intrínseco del ser humano. En este modelo los derechos no se dan a cambio de un mérito individual como el trabajo, o por ser útil al capitalismo. Los derechos son intrínsecos al ser humano, y se nace con el derecho a disfrutar de un sustento suficiente para la vida.

Aunque el trabajo como derecho es algo relativamente nuevo, de, los movimientos por los derechos de los trabajadores y los sindicatos están perdiendo fuerza en un mundo globalizado y dominado por empresas con mucho poder económico. En este contexto están apareciendo con fuerza los movimientos en pro de la renta básica y se están iniciando nuevos proyectos con este esquema en mente. Existen experimentos en diversos países, que están empezando a observar los resultados que este modelo genera. Las ventajas directas están claras, mayor libertad individual, eliminación de la dependencia de conseguir un trabajo para sobrevivir, eliminación de la pobreza… Los inconvenientes también son diversos, principalmente los argumentos económicos, y la resistencia a algo percibido como injusto: “el cobrar sin hacer nada a cambio”.

Sin embargo, como he expuesto, creo que es inevitable que el trabajo, que ahora se piensa como necesidad básica y necesaria para ser ciudadano y sobrevivir, sea reemplazado tarde o temprano por una renta básica universal. Esta renta básica cambiará la concepción social del trabajo remunerado, convirtiéndolo en algo opcional y en función de las necesidades de la sociedad, no del individuo. A nivel de obligaciones colectivas y para crecer como sociedad y comunidad, será imprescindible que pasemos del marco del derecho al trabajo, al derecho a una vida digna.

Sign up to discover human stories that deepen your understanding of the world.

Free

Distraction-free reading. No ads.

Organize your knowledge with lists and highlights.

Tell your story. Find your audience.

Membership

Read member-only stories

Support writers you read most

Earn money for your writing

Listen to audio narrations

Read offline with the Medium app

Gemma
Gemma

Written by Gemma

Política y salud pública. Este establecimiento se reserva el derecho a cambiar de opinión si encuentra argumentos mejores.

No responses yet

Write a response