De la intransigencia activista

Gemma
3 min readJun 12, 2021

O por qué me puedo llevar bien con gente de izquierdas y derechas, pero no con activistas.

Es curioso que cuanto más activista y mucho activista es alguien, más señala, persigue y humilla a todo el mundo, muchas veces juzgando el todo por un solo tuit o comentario. Se les llena la boca de amor y compasión pero en cuanto algo les desagrada, son pura intransigencia.

No hay beneficio de la duda. No hay un “puede que quisiera decir algo de manera poco afortunada”. No hay espacio para el cambio, no hay margen de maniobra, no hay penitencia posible, ni perdón que se pueda ganar. Solo hay juicios rápidos y sentencias ejemplares.

Y quizás algunos que se convierten en su diana son escoria, yoquesé. Pero la mayoría de ataques los veo dirigidos a personas normales (buenas personas incluso!) que simplemente han dicho algo “incorrecto” para sus estándares, por nimio u opinión personal e intransferible que sea.

He dicho antes que esto es curioso, aunque en realidad no lo es. Es muy predecible. Cuanta más identificacion con el grupo propio y más empatía con las personas que lo conforman, más intolerancia a los de “fuera”.

Sobre este fenómeno del “Nosotros contra ellos” escribía Pablo Malo en su blog:

a medida que nuestro sentido del yo y del “Nosotros” al que pertenecemos, se…

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Gemma

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